Estas galletas son la cruza entre una cocada y una galleta de avena. Son chewy y verdaderamente cocosas. No tienen gluten, por si eso les preocupa (y nunca está de más darle una pausa a las harinas…). Yo las hice con azúcar morena, pero puedes cambiar por algún endulcorante (splenda para hornear, por ejemplo) Encontré que usar azúcar de verdad les da cierto crunch y sabor acaramelado así que lo recomiendo… Y como es costumbre en rejinilla (o comodidad, no sé cuál de las dos…), todo pasa en un mismo bowl.
Revuelve el huevo y el azúcar, agrega el aceite de coco (derritelo o suavizalo en el microndas por algunos segundos) y revuelve bien. Agrega los ingredientes secos hasta formar una masa.
Acomoda a cucharadas en un tapetito o charola para hornear. Con las manos, compacta la masa ligeramente, a modo de piramides o bolitas.
Hornea por 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas, deja enfríar antes de quitar de la charola.
El sabor a coco es intenso por el coco rallado y el aceite, la textura crujiente y chiclosa al mismo tiempo. Yo usé coco sin endulzar, podrías usar endulzado también.