La cajeta siempre estará en mi corazón… yo creo que fue mi primera adicción de pequeña– si hay algo que siempre me recuerda a mi infancia es una clásica galleta con cajeta. Este pastel de cajeta reúne dos favoritos: Pastel de vainilla y cajeta. Es un pastel esponjoso y fácil de hacer, pero va bañado en una salsa de cajeta, todo se absorbe y queda un pastelito muy pegajoso lleno del inconfundible sabor de la cajeta. Acompaña con más cajeta o un poco de crema batida.
Preparar el pastel es muy sencillo. Todos los ingredientes van a la batidora hasta integrar.
Hornea en un refractario (es más fácil si es el mismo en el que vas a servir el pastel) .
Ya fuera del horno, pero aún tibio, vacía una mezcla de cajeta y leche. Todo se va a absorber.
Para servir, espolvorea un par de galletas María trituradas.
Acompaña con un cucharadita de crema para batir.
Sirve con un poco más de la mezcla de cajeta y leche.
P